Efecto Triple

Degradado

Hay una historia popular que dice que, al despedirse de su hijo, un padre le entrega un último
recuerdo, un papelito que dice: «Esto también pasará».

El hijo le pregunta cuál es ese regalo, y el padre responde que es lo mejor que le puede dar: «Cuando
pases por un mal momento, abra este papel y léelo. Y cuando estés en tu buena fase, lee también
este papel. Porque todo es fugaz, todo hay que entenderlo, y hay que estar preparado y ser
consciente de eso».

Esta es mi serie Degradados: según como la mire, es oscura, pero cuando la mueve un poco, verá que
se aclara.

El paso de tonos es casi imperceptible, pero, de repente, uno se da cuenta de que está en otra
tonalidad, todo es fugaz, todo cambia.

Entonces, la lección es aprovechar los buenos momentos porque serán pasajeros, y no desanimarse
por los malos, porque también serán pasajeros, y mejor si estamos preparados para ellos. Cuando
menos se dé cuenta, ya saldrá del mal momento, por el cambio de colores, de tonalidades, de oscuro
a claro.

Es como el amanecer y el anochecer. ¿Cuándo suceden? Cuando nos damos cuenta, ya es de día o ya
es de noche. Ambos maduran poco a poco, pero tan poco a poco, de una forma tan degradada, que
nos resulta casi imperceptible. El cambio solo llega…